Simplemente era un día de aquellos, donde lo mas espectacular era prender la television y solo dejarla sonar.
Entro en aquel local, apestado de humo, ruidos y monedas de la caja registradora. Se sento y jamas penso, que por esa vieja puerta de vidrio enmarcada en sucio aluminio, podria entrar justo en su vida alguien como Ella.
Se miraron y coquetiaron, se gustaron quizas, eso nunca lo sabran, algunas palabras para amortiguiar la timides, hola, ¿estas solo?, ¿que haras?, fueron por decir algunas de las pocas palabras que de sus secas bocas salieron. La verdad es que ni Ella ni El, lo comprendieron muy bien y quisas hasta hoy mismo no lo han hecho, pero cuando recuerdan ese sentir de sus cuerpos pegados por la necesidad, el amor pasajero y viajero, en esa mal oliente y pegajosa pieza de motel, pueden entender solo una cosa, como comprender que en cualquier momento desde cualquier puerta y en cualquier lugar, puede venir y entrar un gran amor aunque este cueste unos cuantos centavos por hora.
Entro en aquel local, apestado de humo, ruidos y monedas de la caja registradora. Se sento y jamas penso, que por esa vieja puerta de vidrio enmarcada en sucio aluminio, podria entrar justo en su vida alguien como Ella.
Se miraron y coquetiaron, se gustaron quizas, eso nunca lo sabran, algunas palabras para amortiguiar la timides, hola, ¿estas solo?, ¿que haras?, fueron por decir algunas de las pocas palabras que de sus secas bocas salieron. La verdad es que ni Ella ni El, lo comprendieron muy bien y quisas hasta hoy mismo no lo han hecho, pero cuando recuerdan ese sentir de sus cuerpos pegados por la necesidad, el amor pasajero y viajero, en esa mal oliente y pegajosa pieza de motel, pueden entender solo una cosa, como comprender que en cualquier momento desde cualquier puerta y en cualquier lugar, puede venir y entrar un gran amor aunque este cueste unos cuantos centavos por hora.
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