Como en la mayoría de mis buenos momentos, en donde Yo, era simplemente un ganador.
Corrían mis años de estudiante liceano. La música, un poco de historia y mucha política, era lo que me movía por esos días de campanazos y recreos. Por ahí en la mitad de mis estudios, por esas coincidencias y revoltijos de la juventud, conocí a Mi Compañera.
Yo por ese entonces, ya era un joven socialista, pero ella daba su lucha un poco mas allá, fuera de los debates y las reuniones delicadas, Ella, daba su lucha en las poblaciones, con los pobres, enfermos y en donde se necesitara una joven de ideal y fuerza revolucionaria, con entusiasmo y por sobre todo sentido de humanidad. Obviamente fueron muchas cosas las que aprendí de Mi Joven Compañera y tantas otras que me alejaron, pero el sentido de todo esto, es gritarte en el silencio de nuestra ausencia y el anonimato, que hace pocos días te vi, algo seria, mirada abajo, en tu dedo un anillo y ya sin esa mirada revolucionaria. Tranquila mi Bella Compañera, este miliciano de la vida te da gracias, por haberle mostrado el sentido de ser junto a todos "Seres Humanos".
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